La Documenta 12 tendrá en el restaurante El Bulli de Ferrán Adrià; su pabellón G durante los 100 días que dura la muestra».
Ya se ha desvelado la obra del «genio», a partir de la pasada noche empezó el espectáculo en el Pabellón G de la Documenta 12 de Kassel, el pabellón de Ferrán Adrià;, no hace falta que viajemos hasta Alemanía para verla, ya que han traspasado el pabellón al restaurante de Adrià; en la Costa Brava, El Bulli.
Mañana veremos en las noticias quien ha «estrenado» la muestra del «Pabellón G».
Para que os hagáis una idea os cuento el tema:
¿Es muy grande el pabellón que han montado?
No mucho, una mesa y dos sillas, para dos comensales por día que dura la feria.
¿Y esto es arte?
Pues bueno, la mesa y las sillas no, pero la comida, el restaurante, el ritual de pedir cita y que te la den para dentro de año y medio (si tienes suerte), pagar cerca de 300€ por echar un vistazo y probarla…..
¿Quien tiene opción a ver la obra de arte?
Pues no se sabe ya que será el comisario de Documenta 12 quien decida quienes son los elegidos para tan ver tan particular muestra.
¿Habrá sorteos por la mesa tipo SMS?
No, será el dedo de Roger Bruegel, el comisario de la muestra, quien decida quien cena gratis.
Como sea, algunos periodistas, españoles y alemanes, se han mostrado decepcionados de no encontrar ninguna creación del revolucionario de la cocina en Kassel.
El mismo Adrià; afirma comprender la frustración que siente el visitante que no encontrará nada suyo en la muestra y tampoco llegará a ElBulli.
«Es la misma frustración que siento yo de no poder atender más que a 50 comensales cada noche», afirma Adriá.
Cada año el menú del restaurante El Bulli sorprende a sus comensales: Las olivas esféricas, el muelle de aceite de oliva virgen, la tempura de salicomia al azafrán con emulsión de ostra, los mejillones de roca calientes con picada deconstruida, o los sesos de cordero con erizo y algas son algunos de los platillos tan curiosos como estrambóticos que ha inventado el genial alquimista junto a su equipo en el laboratorio que posee, 6 meses de trabajo en el laboratorio, 6 meses en el restaurante.
Cada año su restaurante recibe un millón de solicitudes provenientes de todo el mundo y la temporada 2007 quedó saturada en el transcurso de tres horas.
Unos cuantos afortunados pueden acceder a una mesa sin esperar meses, como el príncipe Felipe, pero en fin príncipes en España hay pocos.
«Para nada la gente tiene que sentirse estafada. Si algo tiene esta intervención es la honestidad. Una estafa hubiera sido una instalación, una performance. Estuvimos un año estudiando qué hacer», palabras de Ferran durante la presentación de la Documenta 12, en las escaleras del Museum Fridericianum (pabellón A).