Hoy se ha inaugurado el II Congreso Internacional de Ciencia y Tecnología de los Alimentos que se celebrará, hasta mañana día 6, en el Palacio de Congresos y Exposiciones «Baluarte» (Pamplona).
En la rueda de prensa ofrecida esta mañana por Alfredo Martínez, catedrático de Nutrición de la Universidad de Navarra, nos hemos enterados que actualmente se come mucho mejor que hace 25 o 50 años y que los 10-15 años que hemos «ganado» en longevidad en el siglo XX se ha debido en parte a la alimentación.
En el año 2000 un informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) dañó gravemente a la industria de la alimentación al implicar a ésta en ser la causante última de numerosas enfermedades modernas, es más, decían que el 60 % de las enfermedades de origen desconocido podrían tener la causa en una mala alimentación.
A partir de entonces, la industria alimentaria se alió a la ciencia para descubrir que pasaba entre la alimentación y la salud y desde entonces se están descubriendo avances muy significativos.
En el año 2000 en España se decía que teníamos que llevar una nutrición equilibrada para encontrarnos más o menos bien. Unos años más tarde nos recomendaban que debíamos llevar una nutrición saludable para mejorar nuestra salud. Ahora nos encontramos que las marcas y expertos en nutrición y alimentación nos aconsejan que tenemos que llevar una nutrición óptima para prevenir enfermedades.
Actualmente se están investigando nuevos productos que «una vez probados científicamente van a servir para ser aplicados en tratamientos preventivos o terapéuticos».
Las posibilidades en este sentido son infinitas, nos podemos encontramos en el mercado con alimentos que han sido testados para ayudar a perder peso, para la diabetes, para la mejora del rendimiento deportivo, la mejora de la respuesta inmune e incluso hay un alimento en estudio para que los niños cuya madre haya comido este tipo de producto puedan ser más inteligentes.
Como ves todo esto parece del futuro, pero no, es el presente. Lo bueno de todo esto es que antes una marca “X” podía poner en su envase que ese producto era «bueno para el colesterol», por ejemplo, ahora con la nueva normativa para poder poner esa frase ha tenido que ser probado y testado con anterioridad.
Esto ha sido debido gracias a la legislación cada vez más estricta en materia de seguridad alimentaria, así como la creciente preocupación que existe en la sociedad por conocer qué tipo de alimentos se consumen, cualidades nutricionales y beneficios para la salud.
Vía: europapress
Más información: congresoalimentacionysalud.es
