Cascajares, el sueño de dos «locos» emprendedores, hecho realidad.
Creo, por no decir afirmo, que el Capón de Cascajares es uno de los productos, junto con el turrón, más conocidos en Navidad. Es sin duda alguna, un articulo gourmet hecho a la medida de todo tipo de consumidor, desde el más pudiente hasta el más humilde.
Esto es sin duda el leitmotiv de Francisco Iglesias y Alfonso Jiménez (cabeza y corazón de Cascajares, respectivamente), desde que hace más de veinte años se decidieran a vender capones enteros enlatados. Una locura para casi toda su familia que pensaba ¿que, quien iba a comprar un capón enlatado cuando puede comprarlo fresco y más barato?
El tiempo, y la «cabezonería» de Alfonso, les han dado la razón. El espaldarazo total a su «sueño» fue cuando el Capón de Cascajares fue el protagonista, junto al vestido de la novia, de la Boda de los Príncipes de Asturias.
Desde entonces no han hecho otra cosa que trabajar para conseguir que su empresa aumentase tanto en el número de trabajadores, la cuarta parte de la plantilla con alguna discapacidad física o psíquica, como en el número de referencias puestas en el mercado, actualmente más de 200 entre las que destacan, aparte del Capón, productos confitados (carrilleras de buey, carrilleras de ciervo, rabo de buey, muslos de gallo, ossobuco de venado, etc.), aperitivos y platos especiales exclusivos para hostelería (croquetas, pirulís de codorniz, cigarros de chorizo y huevo, bolitas de queso, foie y cecina, Wellington de capón con turrón de jijona, etc.), y sus «tradicionales» rellenos (capón Cascajares relleno de frutos rojos y piñones, suprema de pularda rellena de foie, picantón relleno de foie y pasas, etc.), o asados envasados listos para abrir y terminar en nuestras cocinas compuestos por lechazo o cochinillo.
Pero esto es solo el principio del sueño, ya que desde hace unos años la apuesta de Alfonso y Francisco es llevar sus productos al máximo de países posibles como Francia, Portugal, Japón o Estados Unidos. Pero en este último tuvieron un «pequeño» problema y es que para poder exportar sus productos han tenido que realizar una fábrica de productos Cascajares en Canadá. Una empresa que ya funciona y muy bien, según nos informó el responsable de comunicación de Cascajares, Simón de Francisco.
Sus próximos retos, conseguir más cuota de mercado, gracias a la gran inversión que hacen en I+D+I, consolidar su amplio catalogo de productos gourmet y prepararse para la próxima campaña de Navidad que, como bien nos apuntan, gracias al éxito de ventas que tienen, cada año comienzan a prepararla muchos meses antes.
Por cierto, si quieres celebrar la Navidad 2012 con Capón Cascajares, y no te quieres quedar sin él, ya puedes reservarlo a través de su web.