La organización de la Mostra Internazionale del Gelato (MIG), a cargo de Longarone Fiere, se encuentra trabajando con intensidad de cara a la próxima edición de este evento, la número 47, que volverá a realizarse en las instalaciones feriales de Longarone, en Italia, del 26 al 29 de noviembre de 2006.
Una edición que promete, ya que, según aseguran desde Longaron Fiere, la respuesta en cuanto a expositores está siendo muy positiva. Así, se espera que en esta ocasión la MIG alcance los 17.000 metros cuadrados de exposición, un espacio en el que se espera contar con 270 expositores de 15 regiones italianas y en torno a las 70 firmas provenientes de 16 países extranjeros.
Estas previsiones destacan por ser muy superiores a las cifras registradas en la edición del año pasado, con un total de 252 expositores. También se espera que crezca la afluencia de visitantes.
En cuanto al programa de actividades paralelas, volverá a acoger la celebración de distintos certámenes como la Coppa de Oro, el concurso internacional Festival de Autor, o el concurso Heladerías en la web.
Junto a estas actividades, tendrán lugar distintas demostraciones, catas y conferencias aún por determinar, o la anual asamblea de la asociación de heladeros italianos afincados en Alemania (UNITEIS), en la que, tras el helado de gianduja, se escogerá el sabor de cara al año 2007.
Como novedad y con la intención de ofrecer distintas alternativas frente a un mercado cada vez más complejo, la MIG acogerá la presentación oficial de una curiosa iniciativa: la de casar dos productos tan italianos como son el helado y el aguardiente.
La propuesta lanzada desde la Academia del Aguardiente propone ofrecer en las heladerías un maridaje entre distintos tipos de helado con una degustación de aguardiente, una mezcla que, aseguran, ayuda a resaltar el sabor de ambos productos.
De hecho, la Academia del Aguardiente ya está desarrollando un acuerdo con la asociación Uniteis, presidida por Dino Del Anese.
Por este acuerdo, la asociación de heladeros se ha ocupado de distribuir entre sus socios unas cajas institucionales ideadas por la Academia y compuestas por seis botellas con distintas clases de aguardiente.
Todo ello con el objetivo de averiguar las primeras reacciones de los clientes en las heladerías.