Los robots ya trabajan en la cocina, y no lo digo por la thermomix o el Paco Jet. El restaurante Hajime en Bangkok tiene como empleados a cuatro camareros Robot Yaskawa Motoman.
Hace año y medio, en diciembre del 2008 más concretamente, os hablamos en El Aderezo de Motoman SDA10, un robot fabricado por Yaskawa Electric que era capaz de cocinar y servir con precisión milimétrica platos de cocina japonesa.
No ha sido hasta el pasado mes de abril, y algo más mejorado, cuando el robot Yaskawa Motoman ha encontrado su primer trabajo en el restaurante de cocina japonesa Hajime, en Bangkok.
La dueña del establecimiento está encantada con su nuevo y «explotado» trabajador ya que según comenta Lapassarada Thanaphant «no llega nunca tarde, no se toma una pausa para fumar, y no pide una propina pese a que hace el trabajo de ocho personas por turno»
No es para menos, aunque para disponer de «trabajadores» así Lapassarada ha tenido que desembolsar las friolera de 185.000 dólares por cuatro «empleados» súper eficientes y rápidos. Más luego el dinero que han costado los uniformes, ya que dos de los robots, los más avanzados, trabajan vestidos con trajes de guerreros samurais.
El restaurante Hajime cuenta con mesas en las cuales hay unas pantallas táctil donde los comensales piden los platos, según el típico sistema japonés de buffet motorizado y a un precio más que razonable: 449 bat (12 euros) si se deciden por el menú básico o 555 bat (14 euros) si piden una degustación de carne y pescado importados.
En cuanto la comida está lista, el terminal que tienen en su mesa avisa a los comensales de que el «camarero» está a punto de llevarles su comanda para que ninguno se pierda el espectáculo visual que realiza Yaskawa Motoman.
Ni que decir tiene que los clientes están más que encantados al ver llegar con la comida al primer robot camarero del mundo y si encima le ven bailar «todo contento» música pop, los comensales se rompen las manos a aplaudirle.
Una de las cosas que peor llevan los robots es retirar los platos acabados, pues según confiesa la dueña del restaurante, los camareros mecanizados retiran el plato mediante un dispositivo óptico, una vez que detectan si el cliente ha terminado, aunque este dispositivo a veces falla. «De vez en cuando, alguien decide comer la carne pero no la verdura, o se deja algo que quería comerse luego, y el robot se lo lleva enseguida de vuelta», indica la dueña. Para estos casos nada mejor que dejar el plato limpio de restos.
Son cosas «vánales» en comparación con el gran trabajo que realiza Yaskawa Motoman, aunque la única función que tiene prohibida y que sólo realiza el personal humano es cobrar la factura. Cosas de la confianza «humana».
¿Veremos pronto trabajar en España a Yaskawa Motoman vestido de Sevillana? ¿Tu que crees?
Vía: abc.es
Vídeo: Enxaneto
Fotografías: gruponeva.es