Interesante el estudio que ha elaborado el periódico El mundo sobre el aumento de los precios de los alimentos, en los últimos meses, tomando como ejemplo los ingredientes que se usa McDonald’s para elaborar su famoso «Big Mac».
Sabemos que llenar la cesta de la compra está mucho más caro que hace unos meses, por la carne ha subido un 6% en el último año, el queso un 25%, la harina, el aceite de girasol otro tanto, y así en casi todo.
Nosotros lo asumimos, mal, pero lo aceptamos.
Que no teníamos bastante con la subida de carburantes, el IPC, el Euribor y la luz… Pues para paliar la crisis que mejor que otra subida.
Esta vez la primera cadena de comida rápida del mundo ya nos a comunicado que el año que viene subirá de un 5 a un 6% el año que viene sus productos, en línea con los que se han producido este año, a causa de los altos costes «adicionales» que tienen los alimentos utilizados para producir sus hamburguesas.
Pese a todo esto, la cadena está segura de que sus posibilidades de crecimiento se mantienen intactas, ya que la ralentización económica favorece su negocio (con precios más bajos que otros tipos de restauración) y, además, porque el grupo está mejor situado que los supermercados para hacer frente a las subidas de los costes.
No sólo de hamburguesas vive McDonald’s, ya que el grupo esta viviendo unos años resurgimiento gracias a la introducción de opciones más «sanas» en sus menús, como ensaladas y bebidas naturales, así como un buen lavado de cara a sus restaurantes.
Se quejan de que una hamburguesa sale cara, pero que pasa con un gazpacho o un simple zumo de naranjas, a 2’50€ pagué el otro día un kilo de esta fruta tan «nacional», a causa de la huelga de camioneros, un verdadero robo, «lo malo que no sabemos si bajarán», palabras del frutero.
