En varias ocasiones ya os hemos hablado sobre los libros publicados por el periodista y gastrónomo Miguel Ángel Almodóvar.»Mood Food. La cocina de la felicidad» y el «Arte del Gin&Tónic» son dos de los libros escritos por Miguel Ángel Almodóvar, y publicados por la editorial Oberon, de los que ya os hablamos en su día. Hoy queremos presentaros «La Última Cena«.
La Última Cena de Jesucristo y sus Apóstoles es sin duda una de las celebraciones gastronómicas más famosas de la historia cristiana. Un hecho del que se ha tratado hasta la saciedad, y que hasta el día de hoy no estaba tan claro.
Miguel Ángel Almodóvar, apoyándose en múltiples fuentes históricas, artísticas y culinarias, hace un repaso por los usos alimentarios y culinarios de los que acompañaron a Jesús en su peripecia vital humana, profundiza en la importancia del banquete compartido en el proyecto redentor del hijo de Dios, arroja nueva luz sobre la disposición de los comensales en el ágape y cuestiona su composición en la que sin lugar a dudas figuraron varias mujeres.
Además, algunos de los chefs y expertos gastronómicos más prestigiosos del panorama actual, como los cocineros Ramón Freixa, Jesús Almagro o Paco Roncero, entre otros, han reinterpretado las recetas, de forma que puedan ser fácilmente reproducibles en cualquier situación, al tiempo que se sugieren vinos que podrían aproximarse mucho en aroma, textura y sabor a los que se sirvieron en las copas de tan memorable festín.
El menú de La Última Cena
Como primer plato, según Miguel Ángel Almodóvar, Jesús y sus apóstoles degustaron una Ensalada de hierbas amargas, karpás, que simboliza la vida de esclavos, sumergida en lágrimas, que llevaron los judíos en Egipto.
El segundo plato tuvo como ingrediente principal trucha u otro pescado de agua dulce, en salsa agridulce. Pudo ser alguno de los tres pescados que ellos mismos pescaban en río Jordan y en el Mar de Galilea como por ejemplo unas sardinas endémicas, barbos o la mojarra que se conoce como «Pescado de San Pedro». La preparación de este plato pudo ser frito, asado o a la plancha. Además el pescado estaría acompañado de una salsa agridulce elaborada con base de aceite de oliva, miel, vinagre y vino tinto o blanco con nueces y dátiles picados.
El cordero, es el plato fundamental y símbolo de la Pascua, aunque también podría ser cabrito, ya que así se dice en el capítulo 12 del Éxodo, donde se basa la tradición. Se hace siempre asado y a base de aceite de oliva, agua, vino blanco, cebollas, ajos, manzanas, huevos duros, piñones, perejil, coriandro, cúrcuma, sal y pimienta. También podría llevar lentejas.
Para terminar su cena, Jesucristo y sus discípulos, eligieron el Jaroset, plato que simboliza el barro con el que los judíos construían sus casas y que está elaborado con una compota de higos y manzanas secas, acompañados de orejones y nueces, especiadas con jengibre y palos de canela y regadas con miel y vino dulce.
Como plato opcional en esta cena están las codornices. Un ingrediente que por aquellas fechas era muy popular en el reinado de Herodes. Miguel Ángel Almodóvar aclara que incluir o no este plato opcional en el menú dependerá del gusto de cada chef y en función de una especulación nunca resuelta respecto a la situación económica del grupo fundador del cristianismo. Algunos pensadores apuntan, como el Nobel Saramago y basándose éste en el episodio de las Bodas de Caná, que era bastante boyante, y en ese caso sí que se hubieran permitido el dispendio. No obstante, autoridades como el Papa Benedicto XVI, creen que ni siquiera les alcanzó para incluir cordero en el menú.
Este libro recoge parte del documental elaborado por los canales temáticos Historia y Canal Cocina, emitido el año pasado y que puedes ver a continuación: