Miguel Ángel Almodóvar, licenciado en Ciencias Políticas y Sociología y escritor experto en el ámbito de la gastronomía, nos regala este libro «La Cocina del Cid», donde rescata recetas de la cocina medieval como la sopa dorada, menudos de cerdo con ajo, potaje de manos de cordero, gallina armada, mirraustre de palominos, adafina, farigola, avenate, etc.
Así, hasta 73 recetas, evocando los dos números mágicos del Medioevo, que, detalladas por vez primera en ingredientes y tiempos de cocción, conservan el misterio de los siglos oscuros y la excelencia de una cocina macerada entre aullidos de guerra y silencios monacales.
Este libro propone una nueva y sorprendente forma de acercarse al estudio de la Edad Media: a través de las recetas de los distintos platos que degustaron en el pasado El Cid y sus huestes. Un total de 73 recetas del arte culinario medieval español, adaptadas a los tiempos, hacen de este libro un placer muy especial e inusual.
La importancia de la alimentación en los lejanos siglos medievales se nos aparece en estas páginas. La comida no era un placer como pueda ser hoy en día, sino una cuestión de auténtica supervivencia en una sociedad continuamente amenazada por el hambre. En la guerra, la comida se convertía en un elemento clave para determinar la victoria y la derrota. Un asunto de tanta importancia que los señores lo utilizaron en su provecho para controlar a la población, el célebre “pan y circo” de la época.
Las recetas que se presentan en el libro nos ofrecen la posibilidad de estudiar la sociedad medieval, puesto que la comida se convirtió en un elemento de distinción social. A través de sus grandes banquetes, realizados para celebrar grandes acontecimientos, los estamentos señoriales mostraban su poder y su preeminencia social; la caza se convirtió en el ejercicio favorito de la nobleza, para lo cual se reservaba los bosques para ella sola (la pena por cazar en ellos llegaba hasta la muerte)… Mientras, la mayoría de la población apenas podía degustar más de una comida al día, basada en vegetales y, sobre todo, pan. La carne se convertía para este sector de la población en un placer que degustaban escasas veces al año.
La Cocina del Cid estudia la influencia en la alimentación de las tres grandes culturas de la época en la Península Ibérica: cristianos, musulmanes y judíos. Los ingredientes utilizados, las especias y los platos, todo podía llegar a estar determinado por las diferencias culturales. El papel que desempeñó la religión en la elaboración de las recetas, cómo y cuándo comerlas. Y el resultado final de esta larga convivencia: la aparición de una única cocina española, resultado de las contribuciones de las tres culturas, que se expandirá por Europa en los años siguientes.
Miguel Ángel Almodóvar ofrece un estudio original, con referencias a las Cruzadas (y la cocina de los cruzados) y la situación política europea del momento. La Peste Negra y la reacción europea, con cambios que llevaran a Europa a acabar dominando el mundo. Las diferencias entre las zonas rurales y urbanas, la vida en el área musulmán y en el cristiano, y cómo los judíos sobrevivieron en las dos.
¿Sabías que… ?
- … el Cid tuvo que enfrentarse a una huelga de hambre?
- … la adafina judía es la madre de todas las ollas y cocidos cristianos?
- … los ajos que comía el Cid los habían traído los romanos desde Egipto?
- … el destierro del Campeador es un continuo afán por el sustento de cada día?
- … el Cid se ganó el odio de la corte por tocarle las barbas a un noble caballero?
- … fueron su amigos moros los que enseñaron a Rodrigo Díaz a hacer escabeche?