En este libro se habla del famoso restaurante desde 1961, cuando “elBulli” era un chiringito con mini golf, cómo fue cambiando en los años setenta y ochenta, del por entonces aprendiz de cocinero llamado Ferrán Adrià;, de las menestras de texturas, del juego de la desconstrucción o del sueño de los helados calientes.
El Casino de Madrid acogió ayer la presentación de dos libros editados por elBullibooks (editorial de Ferrán Adrià), en colaboración con RBA.
El primer libro «Un día en elBulli», es un proyecto personal, que Adrià; se planteó cuando iban a actualizar la web de ‘elBulli’ y donde el chef quería, a modo de diario, mostrar 24 horas en la vida de todo el equipo que trabaja en su restaurante.
En total, tardaron más de dos años de trabajos que han dado como resultado un texto con 316 páginas, con fotografías de Maribel R. Erenchun y textos de Marta Méndez Blaya.
El segundo «elBulli desde dentro», este del periodista Xavier Moret, libro que ha ganado el Premio Sent Soví de Literatura gastronómica 2006.
Relata Xavier Moret que Adriá comenzó en la cocina para pagarse unas vacaciones en Ibiza y que su jefe, Miquel Moy le obligaba a leer «El Práctico», un libro argentino en el que se ofrecía una definición de «cocinero artista» como «la persona que, en el ejercicio del oficio, no obedece a la práctica de manera rutinaria, sino que, aceptando los fundamentos de su profesión, busca y encuentra un modo o estilo propio como los practicantes de las bellas artes».
En «elBulli desde dentro. Biografía de un restaurante», según su autor, se explica cómo el restaurante despegó con Adrià; y se ha ido superando, hasta llegar a ser «el mejor restaurante del mundo.
Adrià; comenta que es un libro en el que se cuenta cómo, al principio, en ‘elBulli’ no llegábamos a pagar las nóminas del personal», también dijo que en él se explica lo que es «elBulli» con anécdotas, aclarando que el nombre de su restaurante significa en una región alemana ‘niños’.
Ferran Adrià; nos muestra la parte humana y las «experiencias apasionantes» entre los fogones de su restaurante ‘elBulli’, en un libro que ilustra con más de 1.200 fotografías 24 horas de trabajo en el restaurante de la Costa Brava.
Anécdotas de El Bulli
¿Sabías que en los años sesenta El Bulli era un chiringuito con minigolf?
Era conocido popularmente como el bar alemán por el origen de sus propietarios.
Pocos años después entró en las guías gastronómicas y obtuvo la primera estrella Michelin con el chef Jean-Louis Neichel, que lo convirtió en un restaurante de nouvelle cuisine.
¿Habías oído decir que Ferran Adrià;, que entró como aprendiz en 1983, se hizo cocinero porque su entrenador de fútbol le dijo que como mucho llegaría a jugar en tercera división?
Para aquel entonces le llamaban Nando.
Junto con su hermano y otros compañeros, como Sergi Arola, dormían en una caravana aparcada cerca del restaurante. Por este motivo, en Roses eran conocidos como los hippies.
Anécdotas como estas las podrás leer en El Bulli desde dentro. Biografía de un restaurante, de Xavier Moret, que se pasó seis meses en El Bulli para escuchar las historias de Ferran Adrià; y ver su modo de trabajo.
Sin embargo, el primer día, lo recibió con una bolsa de cortezas y una cerveza. Qué decepción, ¿no?
Adrià;, de hecho, se sinceró mucho con él. Le explicó la vez que acabó removiendo la basura del Pans&Company buscando la libreta de notas que había perdido (donde apunta ideas para nuevos platos) o la vez que mandó «a freír espárragos» muy educadamente a una logopeda que se ofreció a ayudarlo a mejorar su dicción para que las cosas le fueran mejor. «Si hablando como hablo he llegado donde estoy, me parece que no hace falta que me trate», le respondió Adrià; .
¿Sabías que la fundadora de El Bulli, la alemana Marketta Schilling, todavía vive en la misma cala, al lado del restaurante?
Tiene más de ochenta años y en la década de los noventa le vendió el restaurante a Juli Soler y a Ferran Adrià;, y ellos todavía la cuidan con mucho afecto.
«Este lugar es único. Aquí el azul es más azul que en ningún sitio. Estamos en la Costa Brava, pero es como si estuviéramos en otro mundo, sin prisas, sin multitudes y sin bloques de apartamentos. Eso sí que es un lujo, un paraíso. El Bulli tiene la gran suerte de estar situado en un lugar increíble. Cuando me preguntan cuántos metros cuadrados tiene el jardín de El Bulli siempre digo que incontables, ya que el mar forma parte del mismo», explica Ferran Adrià; refiriéndose a la cala Montjoi, donde tiene el restaurante.
«Anécdotas de El Bulli» es parte del reportaje: Qué se cuece dentro de El Bulli, escrito por Meritxell Doncel en w3.bcn.es
Vía:w3.bcn.ess
