La presión del mundo del vino sobre el Ministerio de Sanidad para limitar los efectos de la ley anti alcohol empieza a surtir algún efecto.
La titular del departamento, Elena Salgado, anunció ayer que retocara el anteproyecto para incluir en el preámbulo la singularidad de este producto destacando sus valores socioculturales y que la norma permitirá promocionarlo. Aunque dio largas sobre si esta bebida alcohólica quedará excluida de las restricciones que se impondrán a la publicidad y venta, como pide el sector vitivinícola y algunos partidos de la oposición.
El borrador prohíbe la venta y el consumo de todas las bebidas con más de 1,2 grados a los menores y veta su publicidad en horario infantil, entre las seis de la mañana y las diez de la noche, en las portadas, contraportadas y secciones de deportes, pasatiempos o dirigidas a menores de las publicaciones impresas, y en los transportes públicos, las vallas a menos de 500 metros de una escuela y los centros deportivos.
Salgado dedicó ayer el día a reunirse y tratar de tranquilizar a las asociaciones de bodegueros, empresarios y sindicatos agrarios, alarmados por el anteproyecto, que presentará antes de Semana Santa.
Los bodegueros salieron confiados en que la ley dará un trato de favor al vino con respecto a otras bebidas alcohólicas.
Según Rafael Puyó, director general de la Asociación Empresarial de Bodegas de los Vinos de España (Avimes), Salgado mostró unos planteamientos «más positivos y flexibles» de lo esperado que permiten salvar los intereses del sector.
La ministra prometió que se hará una referencia concreta a la vigente ley del vino y de la viña promulgada por el Partido Popular en el 2003. Esto significa que se reconoce el valor diferencial del vino, como un «alimento natural» y que se permitirán las promociones dirigidas a adultos. Además, el Estado podrá seguir financiando campañas de información y difusión del vino, el viñedo y los mostos de uva, como establece la ley, con las únicas cortapisas de evitar los espacios dedicados al público más joven.
Salgado consideró que con este nuevo enfoque se alcanza el equilibrio de intereses. «Se logra un respeto mutuo: la ley del vino respeta la protección de los menores y Sanidad va a respetar lo que se dice de la promoción del vino entre la población adulta», dijo.
La ministra achacó la polémica creada en torno a este proyecto a una supuesta «desinformación» y confesó que seguramente su departamento tampoco ha sido capaz de explicar suficientemente qué era lo que pretendía la ley y su contenido.
Pero pese a estos miramientos con el vino, la ley que prepara Sanidad sigue, de momento, considerando al vino como bebida alcohólica.
Tampoco lo excluirá el texto, como reclamó ayer el PP al tiempo que su portavoz, Eduardo Zaplana, anunció una iniciativa parlamentaria. «No sería razonable dejarlo fuera de la ley, pero será posible llegar a un texto de consenso», confió Salgado.