El Culto a la mesa del hostelero y bodeguero Jose María Ruíz une bajo esta marca su famoso «restaurante José María» en Segovia; Bodegas Pago de Carraovejas, en Peñafiel; Bodegas Ossian en Nieva, Segovia; y el novedoso «Cochinillo Viajero».
Cuando José María Ruíz trabajaba en un mesón de Segovia, allá por los años 70, no dudó un minuto en aceptar la invitación para asistir al Primer Concurso Mundial de Sumilleres que se iba a celebrar en Milán. Quedó tercero, pero vio de primera mano la importancia que tenía el “Sumiller” en cualquier restaurante del mundo, cuando aquí eran llamados «Maestros Coperos».
Como bien dice José María lo importante de este concurso no fue el resultado. Él se trajo en la maleta otro premio…
De aquella experiencia surgió el comienzo de un sueño, su sueño, que vio su primer fruto en el año 1982 con la inauguración de su restaurante, al que le puso su nombre, y el cual supuso un cambio de las “viejas” normas que seguían los asadores castellanos de la época.
Lo primero que hizo fue quitar las jarras de barro con vino de la casa en las mesas del comedor. Estas fueron sustituidas por botellas de vino, en su caso de vino embotellado especialmente para el Restaurante Jose María, por la bodega Viña Pedrosa, de los hermanos Pérez Pascuas, en Burgos.
Esta “modernidad” acompañaba a la perfección a los delicados cochinillos, que criaba en su granja -su segundo sueño- asados en horno de leña que salían de su cocina.
Cuando José María vio que podía hacer frente a los pagos del restaurante todos los meses, y encima le quedaba algo, no dudo en invertir sus ahorros en su tercer sueño: su propia bodega.
La zona la tenía más que elegida. Una finca ubicada a tres kilómetros de Peñafiel, en la solana de los valles del río Botijas, en la ladera llamada “Carraovejas”. En el año 1988 nace Bodegas Pago de Carraovejas.
Tres años después, en el año 1991 sale al mercado el primer vino de Bodegas Pago de Carraovejas y desde entonces, tanto la bodega como el Restaurante José María en Segovia, han ido creciendo en prestigio y calidad de la mano.
Este éxito ha sido posible gracias al entusiasmo y la vitalidad que tiene José María. La misma que ha transmitido a sus hijos Rocío (Directora del restaurante) y Pedro (Gerente de la bodega).
Una familia que ha visto como los sueños de su progenitor siguen creciendo. ¿Los últimos? Un servicio de catering y celebraciones: “Jose María Eventos”; enviar sus famosos cochinillos asados a cualquier parte del mundo, gracias al “Cochinillo Viajero”; y otro muy importante que consiguieron en junio del año pasado, cuando comenzarón un nuevo proyecto en las Bodegas OSSIAN en Nieva, Segovia.
Una bodega que cuenta con un viñedo muy especial, adscrita a la Denominación de Origen Rueda y Vinos de la Tierra de Castilla León, de viñas pre filoxéricas únicas de entre 100 y 200 años, que es la base que ha permitido que esta bodega, adscrita a la Denominación de Origen Rueda y Vinos de la Tierra de Castilla y León, haya entrado en la historia de la vitivinicultura moderna elaborando unos vinos blancos únicos y exclusivos.
Cada uno de estos “sueños” es independiente entre sí, pero estarán amparados bajo la nueva marca que acaban de presentar denominada “Culto a la mesa”. Aunque todos ellos serán dirigidos con los métodos que ha caracterizado a la Familia Ruiz Aragoneses, trabajo y más trabajo…