Carrefour dejará de vender panga en sus centros de España, Francia y Bélgica. El grupo dice que es una medida preventiva debido a los efectos nocivos medioambientales de la cría de este pescado en granjas.
Hace casi diez años nos preguntábamos: ¿estamos seguros consumiendo panga? Desde entonces en nuestro entorno no se ha vuelto a consumir, y han sido muchos los medios de medio mundo los que se han hecho la misma pregunta.
El panga, ese «pescado libre de espinas que gusta tanto a los niños», es un negocio redondo. ¿Quién se puede negar a vender un producto que se compra muy barato y que se vende muy bien al doble o triple de su precio? Pues por ahora los centros que el grupo Carrefour tiene en Bélgica y Francia. ¿Y en España? Carrefour también dejará de vender panga en España.
Carrefour dejará de vender panga también en España
Carrefour, considerado como el grupo de distribución más importante de Europa por volumen de ventas, ha justificado la retirada del panga de sus pescaderías (tanto en fresco como congelado) no por las dudas generadas que hay por el consumo del panga en materia de seguridad alimentaria, sino más bien por razones ecológicas, como podemos leer en su web y de donde sacamos lo siguiente: «Dadas las dudas que existen sobre el adverso impacto de las granjas de panga en el medio ambiente, hemos decidido dejar de vender el panga y ya se han suspendido los pedidos«.
El grupo Carrefour ha explicado que mientras la calidad del panga puesto a la venta era «impecable», había dudas sobre los mecanismos de control de las granjas donde se cría el panga. Unas granjas localizadas en Asia, concretamente en Vietnam (donde están la mayoría), seguido de Indonesia, Tailandia, Bangladesh y Birmania.
Como dato llamativo resaltar que España es el país de la UE que más panga importa con un total de 23.179 toneladas en 2015 y un valor de 47,6 millones de euros, según datos del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
El panga se vende con facilidad en casi todas las pescaderías españolas, siendo estas de barrio como de grandes cadenas de distribución, a un precio que ronda los tres euros y medio el kilo, limpio y fileteado.
Es un producto que nos lo han querido vender como filetes de «lenguado» o «mero», aunque sin sabor y, como han demostrado numerosos estudios, lleno de sustancias de todo tipo que cumplen con las diferentes normativas alimentarias.
En Change.org son muchas las asociaciones de padres y madres y alumnos que han solicitado firmas para la retirada de este producto de los menús infantiles de los colegios y los menús de hospitales y residencias.
Muchos de estos centros ya lo han retirado de sus menús, otros, por lo contrario, y mientras no demuestren que el panga es perjudicial para la salud, seguirán ofreciendo esta «delicatesen» disfrazado de infinidad de guarniciones. Esperemos que en un futuro no tengamos que lamentarlo.
